La caminata sería nocturna y el campamento sería de 4 días, 3 noches.
Como recordarán, Dulce Nombre de María es un pueblito que tiene en las paredes de casi todas las casas unos bonitos murales con paisajes y secuencias alegóricas a las bellezas naturales de la zona.
El viaje fue en bus hasta Dulce Nombre de María y una vez ahí contamos con la asistencia de la PNC quienes nos brindaron protección y ayuda con la carga de tiendas y comida para que pudiésemos subir solo con nuestras mochilas.
La caminata fue dura pero gracias a que la hicimos de noche, no tuvimos el castigo del sol, pero la experiencia de una travesía nocturna es algo que pocas veces podemos disfrutar y para cerrar la noche con broche de oro, comenzó a llover y en medio de la tormenta se levantaron las tiendas que en algunos casos se inundaron con lo que se pasó una primera noche bastante mala, pero al día siguiente sabíamos que todo estaría mejor.
Al día siguiente, adoloridos, cansados y algunos mojados, levantamos bien los campamentos y cocinamos nuestro primer desayuno para iniciar el día con un momento litúrgico a cargo de Walter.
Luego del momento de reflexión religiosa, nos fuimos a la cancha de fútbol de El Manzano a realizar las primeras actividades del día, que consistieron en unos juegos por patrulla.
Luego de los juegos que sirvieron para calentar los músculos y reactivarnos mentalmente, iniciaron los talleres técnicos en pionerismo, señalización de 2a. Clase, es decir: Nudos de Segunda Clase, Semáforo, Morse y Amarres.
Al terminar estas primeras actividades se procedió a disfrutar un poco de las bellezas del lugar, bañándonos en una de las múltiples pozas de la zona, en la que nos refrescamos un rato, preparándonos para el almuerzo y las actividades de la tarde que serían de servicio a la comunidad.
